martes, 29 de diciembre de 2009

Murió un testigo clave en el juicio contra el represor Luciano Benjamín Menéndez


Raúl Ernesto Morales, un albañil de 59 años, cuyo testimonio sobre las torturas que recibió en el Departamento de Inteligencia de la Policía (D2) durante la última dictadura resultó clave en el reciente juicio al represor Luciano Benjamín Menéndez, murió ayer, luego de una larga enfermedad.


El deceso de Morales, un militante de la Juventud Peronista que el 22 de marzo de 1976 fue secuestrado en la localidad de Santa Rosa de Calamuchita y pasó casi tres años injustamente encarcelado, fue confirmado por organismos de derechos humanos.

En un comunicado, emitido en la provincia de Córdoba, se señala que "los padecimientos físicos y psíquicos que Morales debió soportar durante los años que estuvo confinado en distintos centros clandestinos y cárceles de la maquinaria terrorista, quedaron marcados a fuego en su cuerpo".

Su deteriorado estado físico a raíz de esos padecimientos impactó a los miembros del Tribunal Oral Federal nro. 1 de Córdoba que juzgaron y condenaron a prisión perpetua al ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército y el fiscal Carlos Gonella llegó a expresar en esa oportunidad que "parecía una persona de 80 años".

En el juicio, Morales recordó haber sido secuestrado por una "patota policial" cuando salía de la casa que habitaba en Santa Rosa de Calamuchita, quiénes luego de preguntarle si "era montonero", le dijeron: "seas o no seas, no vamos a hacer 200 kilómetros al pedo, te vamos a llevar lo mismo y te vamos a boletear".

Morales tenía 26 años cuando fue trasladado al D2, que funcionaba en uno de los laterales del Cabildo Histórico de esta capital, donde fue sometido a salvajes golpizas y sesiones de picana eléctrica que le causaron quebraduras de costillas y quemaduras de genitales, entre otras consecuencas.

"Los efectos del terrorismo de Estado quedaron en su cuerpo y logró soportarlos hasta llegar al juicio (que finalizó el pasado mes de noviembre) mientras un cáncer avanzaba sobre uno de sus hombros", agrega el comunicado, que añade además que "el día de la sentencia no pudo estar presente, estaba internado".

"Desde la agrupación Hijos y de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas despedimos a sus restos y lo guardaremos en la memoria con la entereza y valentía que demostró durante tres décadas", concluye el documento.

domingo, 27 de diciembre de 2009

EN FEBRERO SE INICIA UN NUEVO JUICIO POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD



Bussi y Menéndez, otra vez juntos





Condenados ya a cadena perpetua por el secuestro y desaparición del ex diputado Vargas Aignasse, los represores enfrentarán un nuevo proceso por las torturas y homicidios de veintidós secuestrados en el centro clandestino de la jefatura de policía de Tucumán.




Antonio Domingo Bussi cumple prisión domiciliaria y Luciano Benjamín Menéndez está en cárcel común.

Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez serán nuevamente juzgados el año próximo en Tucumán por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura, cuando eran dueños de vidas y muertes en el norte argentino. El Tribunal Oral Federal de la capital tucumana los juzgará a partir del 17 de febrero por privaciones ilegales de la libertad, torturas y homicidios en perjuicio de veintidós víctimas que pasaron por el centro clandestino de detención que funcionó en la jefatura de la policía provincial, ubicada en pleno centro de San Miguel, donde hoy funcionan dependencias del Ministerio de Educación y de la Brigada de Investigaciones de la policía.




Se trata del segundo juicio celebrado en Tucumán por violaciones a los derechos humanos. El primero concluyó el 28 de agosto del año pasado con las condenas a prisión perpetua de Bussi y de Menéndez por la desaparición del ex senador peronista Guillermo Vargas Aignasse. El secuestro ocurrió días antes del último golpe de Estado, cuando Bussi estaba al frente de la V Brigada de Infantería que dependía del Tercer Cuerpo de Ejército, con asiento en Córdoba, comandado por Menéndez.




A diferencia de Menéndez, que ya protagonizó dos juicios históricos en Córdoba junto a sus subordinados del Destacamento de Inteligencia 141 y del Departamento de Informaciones (D2) de la policía provincial, el ex gobernador tucumano sólo fue juzgado junto a su superior. Esta vez tendrá compañía: también se sentarán en el banquillo el general retirado Alberto Luis Cattáneo (segundo de Bussi en su carácter de segundo comandante de la subzona militar 32 y jefe de la “comunidad informativa” local), el ex jefe de la policía coronel Albino Mario Zimmerman y los ex policías Roberto “El Tuerto” Albornoz (subjefe de policía y jefe del Servicio de Inteligencia de esa fuerza) y los agentes Luis de Cándido y Carlos de Cándido.




El proceso que comenzará en un mes y medio, a cargo de los jueces Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y Josefina Curi, es el producto de la unificación de trece expedientes que tramitaron por separado durante la instrucción y que fueron acumulados a instancias de la Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de las causas de lesa humanidad de la Procuración General de la Nación. El mismo criterio se aplicó con los sesenta y cinco expedientes que ahora conforman la megacausa conocida como Arsenal Miguel de Azcuénaga, donde funcionó otro centro clandestino y donde al menos hasta el mes de junio se alojaron como presos VIP Cattáneo y Zimmerman.




A pesar de la condena, Bussi goza del privilegio del arresto domiciliario en su country de Yerba Buena, en las afueras de Tucumán. El Tribunal Oral decidió diferir la revisión del lugar de ejecución de la pena para cuando la sentencia quede firme. Por el mismo artilugio continúan en libertad el general Jorge Olivera Róvere y los brigadieres Hipólito Mariani y César Comes, con condenas simbólicas del TOF5 porteño. Distinta es la situación de Menéndez, con prisión efectiva desde 2008 por decisión del TOF de Córdoba.

El defensor de Menéndez, Horacio Guerineau, solicitó la citación como testigos de Antonio Cafiero y Carlos Ruckauf, ex ministros de Economía y de Trabajo de María Estela Martínez de Perón, por haber refrendado el decreto 261/75, que además de haber dispuesto el Operativo Independencia en Tucumán ordenó “ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos”. La fiscalía federal, en tanto, ofreció los testimonios del escritor Ernesto Sabato y de la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú, que integraron la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), que elaboró el informe denominado Nunca Más.












sábado, 12 de diciembre de 2009

Nueva perpetua para Luciano Menéndez


LUCIANO BENJAMIN MENENDEZ LEYO EN SU DEFENSA UN ARTICULO DEL NUEVO MINISTRO DE EDUCACION PORTEñO, ABEL POSSE

Al recibir su tercera condena a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad, el ex jefe del Tercer Cuerpo repitió su repudio al “terrorismo marxista”, pero incorporó una novedad: reforzó sus argumentos con una cita del flamante responsable de la Educación porteña.

Por Laura Vales

Poco antes de escuchar la sentencia que lo condenó –por tercera vez– a prisión perpetua, Luciano Benjamín Menéndez volvió a defender los crímenes de la dictadura. Con un discurso que reflotó el viejo libreto de “la amenaza comunista”, frente a una sala de audiencias desbordada por los familiares de las víctimas, el represor alegó que en la Argentina “hubo una guerra” iniciada por “el terrorismo marxista”. Menéndez respaldó la actuación de las Fuerzas Armadas (“en esa guerra teníamos que tomar medidas”, dijo a los jueces) y para argumentar su defensa citó al nuevo ministro de Educación porteño, Abel Posse. “Bien lo dijo Abel Posse: ningún país repudió a su ejército por lo que le exigieron sus gobiernos”, sostuvo, parafraseando una columna que Posse publicó esta semana en el diario La Nación, en vísperas de asumir en el gabinete de Mauricio Macri. Al dictar el veredicto contra Menéndez, los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de Córdoba ordenaron que cumpla su condena en una cárcel común.

Junto con el ex titular del Tercer Cuerpo de Ejército fueron condenados también a perpetua el coronel (R) Rodolfo Campos (ex titular de la policía provincial), César Cejas y Hugo Britos (ex agentes de la misma fuerza). El ex policía Miguel Gómez fue sentenciado a 16 años, siete menos de los que había pedido el fiscal. Y hubo un absuelto, el ex policía Calixto Flores, quien está siendo investigado en otras denuncias por violaciones a los derechos humanos.

El tema central tratado en el juicio fue el secuestro, tortura y homicidio agravado del subcomisario Ricardo Fermín Albareda, ocurrido el 25 de septiembre de 1979. Albareda era militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y su asesinato fue de los más brutales que se recuerden. Denunciado por otros policías que lo señalaron como un infiltrado, fue secuestrado y llevado al centro clandestino de detención que el Departamento de Informaciones (D2) de la policía tenía cerca del dique San Roque, la Casa de Hidráulica. Allí lo torturaron y le arrancaron los testículos; los torturadores, mientras comían un asado frente al lago, lo dejaron morir desangrado.

En el proceso, al expediente Albareda se anexaron otras causas (“Morales” y “Moyano”), con nueve casos de detenidos que sufrieron torturas a manos de integrantes del Departamento de Informaciones de la policía cordobesa. Se trata de sobrevivientes de la represión cuyos testimonios fueron claves para el dictado del fallo.

Menéndez fue llevado a proceso por su rol como jefe máximo de la represión en Córdoba desde 1975 a 1979. Los ex agentes eran todos miembros del Departamento de Informaciones (D2) de la policía cordobesa. Otros de los responsables de la muerte de Albareda murieron de viejos sin llegar a ser condenados, como los ex jefes policiales Raúl Telleldín y Américo Romano. La causa, iniciada en la década del 80, fue cerrada con la sanción de la Obediencia Debida y el Punto Final, pero se reabrió luego de la anulación de estas leyes.

Afuera de la sala

En la puerta de los tribunales federales se reunieron ex presos políticos, estudiantes y militantes de partidos de izquierda para esperar la sentencia, que pudo ser seguida en una pantalla desde la calle. La leyó Jaime Díaz Gavier, el presidente del tribunal, compuesto además por los jueces riojanos José Quiroga Uriburu y Sergio Grimaux.

En el interior de la sala, en los asientos destinados al público, se vieron los pañuelos blancos de Madres y Abuelas. Fernando Albareda, el hijo de la víctima y querellante en la causa, estuvo acompañado por los abogados Claudio Orosz y Martín Fresneda.

Tenía ocho años cuando su padre fue asesinado y hoy es integrante de la agrupación Hijos. Al escuchar las condenas, lamentó la absolución del policía Flores: “Sabemos que Flores fue el que se lo llevó, haberlo absuelto es una lástima. Pero seguramente va a tener que responder por otras causas en las que está sumamente involucrado”, dijo a los periodistas.

El fiscal Carlos Gonella anticipó por su parte que analiza apelar la absolución, pero se mostró “conforme” con la sentencia contra los máximos jefes de la represión. En el fallo, Menéndez fue declarado autor responsable de los delitos de “privación ilegítima de la libertad, lesiones gravísimas, imposición de tormentos y homicidio”.

Tiene la palabra

La posibilidad de decir unas últimas palabras a los jueces antes de que dicten su veredicto es un derecho de los acusados que llegan a la instancia oral. Menéndez ya tenía dos condenas a prisión perpetua (la primera fue dictada en julio del año pasado por un tribunal cordobés en la causa “Brandalisis”; la segunda, en Tucumán, por el asesinato del ex senador Vargas Aignasse); en los juicios, siempre usó el derecho a unas últimas palabras para hacer su arenga.

En la de ayer, habló de la “invasión comunista internacional” que buscó poner a la Argentina bajo la órbita de la Unión Soviética y someterla a su “régimen despiadado y brutal”.

El represor recordó el decreto con el que el entonces presidente Italo Luder ordenó “aniquilar la subversión”. “Las Fuerzas Armadas en pocos años vencieron a los enemigos por pedido de la Nación”, planteó Menéndez y entonces fue cuando citó la frase de Posse, el nuevo ministro de Educación porteño. “Bien recuerda Abel Posse: ‘Ningún país repudió a su ejército por lo que les pidieron sus gobiernos, ni Francia en Argelia ni Rusia en Polonia ni Estados Unidos por Hiroshima’.”

Luego cargó contra el gobierno nacional: “Los mismos guerrilleros de los ’70 están en el Gobierno (...) siguiendo la doctrina de (Antonio) Gramsci de meterse en la sociedad, educación y la política para tomar el poder”.

A Menéndez le quedan más juicios por delante. El próximo tiene fecha de inicio en febrero próximo: deberá responder junto al ex gobernador Antonio Bussi por la desaparición de 17 personas. Luego será el turno del caso “Gontero”, por los secuestros y torturas de cinco ex policías cordobeses y un abogado. Otras causas abiertas es la llamada “UP1”, en la que se investigan los asesinatos de treinta y un detenidos en la Penitenciaría cordobesa de San Martín. El represor también deberá ir a juicio en Santiago del Estero por el homicidio de Cecilio Kamenetzky. Finalmente, en Mendoza, ya fue elevado a juicio oral el expediente por el asesinato del periodista y escritor Francisco “Paco” Urondo y su mujer.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Juicio a Menéndez: hoy terminan los alegatos


El miércoles último, el fiscal Carlos Gonella había solicitado prisión perpetua para Menéndez como "autor responsable por diez hechos de privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos y homicidio (en un hecho)", en las tres causas acumuladas en este proceso de enjuiciamiento (Albareda, Morales y Moyano).

Los pedidos de prisión perpetua también alcanzan al ex titular de la policía provincial, el coronel (R) Rodolfo Campos, y a los ex policías de la D2 (Departamento Informaciones Policiales), Armando Cejas y Hugo Britos.

El abogado del represor y el defensor oficial que representa al ex agente de policía Miguel Angel Gómez, son los últimos letrados que alegarán en la audiencia convocada para hoy. El juicio se le sigue al ex titular del Tercer Cuerpo del Ejército y a otros cinco represores por delitos de lesa humanidad cometidos en Córdoba.
Para el ex agente Gómez pidió 23 años de prisión y en el caso del ex suboficial policial, Luis Flores la pena solicitada fue de seis años.

En todos los casos los delitos son agravados y en concurso real, en tanto que las penas pedidas incluyen la inhabilitación perpetua, accesorias legales y costas.

El fiscal Gonella también solicitó al tribunal que se remitan los antecedentes ante la Fiscalía de turno para que se investigue la posible comisión del delito de "falso testimonio" del ex juez de Bell Ville, Eudoro Vázquez Cuestas, durante su declaración testimonial en este juicio que comenzó el 20 de octubre.

Los defensores oficiales de Campos, Britos y Cejas, en sus alegatos pidieron la absolución de sus defendidos al exponer el pasado jueves sus argumentos.

martes, 1 de diciembre de 2009

Un fiscal pidió prisión perpetua para Menéndez


Carlos Gonella solicitó la condena para el ex titular del Tercer Cuerpo del Ejército, al exponer su alegato en el juicio que se sigue en las causas Albareda, Morales y Moyano, en el que consideró que el represor "es autor responsable por diez hechos de privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos y homicidio".

Los pedidos de prisión perpetua alcanzan al ex titular de la policía provincial, el coronel (r) Rodolfo Campos; a los ex policías de la D2 (Departamento Informaciones Policiales) Armando Cejas y Hugo Britos.

Para el ex agente Miguel Angel Gómez pidió 23 años de prisión y en el caso del ex suboficial policial, Luis Flores la pena solicitada fue de seis años.

En todos los casos los delitos son agravados y en concurso real, en tanto que las penas pedidas incluyen la inhabilitación perpetua, accesorias legales y costas.

El fiscal Gonella también pidió que se remita los antecedentes ante la Fiscalía de turno para que se investigue la posible comisión del delito de falso testimonio del ex juez de Bell Ville, Eudoro Vázquez Cuestas, durante su declaración testimonial en este juicio que comenzó el 20 de octubre.

Entre ayer y hoy continúan los alegatos con los defensores oficiales y, según fuentes del Tribunal, en el curso de la próxima semana se conocerá la sentencia.